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jueves, 6 de octubre de 2011

ONU China y Rusia taclean juntos, pero no son los únicos


Por Thalif Deen

NUEVA YORK, oct (IPS) - Cuando China y Rusia vetaron esta semana en forma conjunta una resolución propuesta en el Consejo de Seguridad de la ONU para condenar a Siria, apelaron a una defensa común que ya habían utilizado en el pasado.

En 2007, los dos países habían vetado a la vez una resolución que condenaba el deplorable desempeño de Birmania en materia de derechos humanos, y al año siguiente bloquearon otra que procuraba suspender las ventas de armas Zimbabwe.

Moscú y Beijing buscaban así proteger a sus aliados, de la misma forma en que Estados Unidos ejerció cinco vetos entre 2004 y 2011 para resguardar a Israel.

Esas resoluciones vetadas por Washington condenaban la construcción de colonias judías en territorios palestinos ocupados o criticaban la devastadora ofensiva israelí en la franja de Gaza.

En el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), solo los cinco miembros permanentes --China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia-- tienen poder de veto.

Como un veto es suficiente para bloquear una resolución, es llamativo cuando dos o más naciones lo hacen en conjunto. Pero esta estrategia de significativo peso político no es exclusiva de China y Rusia.

El politólogo Stephen Zunes, presidente del departamento de Estudios sobre Medio Oriente en la Universidad de San Francisco y quien ha investigado las votaciones del Consejo de Seguridad, dijo a IPS: "De hecho, Estados Unidos y sus aliados (Gran Bretaña y Francia) tienen el récord de vetos dobles (y triples)".

Hubo 23 vetos dobles por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña, y 13 vetos triples sumando a Francia, indicó.

La mayoría fueron en asuntos relacionados con Sudáfrica, Namibia y Rhodesia en los años 70 y 80.

El último veto triple fue en 1989, contra un proyecto de resolución que deploraba la invasión estadounidense a Panamá.

También hubo dos vetos dobles de Francia y Gran Bretaña durante la crisis del canal de Suez, en 1956.

"Creo que vale la pena señalar que Estados Unidos tiene el récord en vetos a resoluciones que amenazaban o que adoptaban sanciones a gobiernos responsables de abusos a los derechos humanos, así como a resoluciones que simplemente deploraban o condenaban a esos gobiernos", dijo Zunes.

Aunque una mayoría de los miembros del Consejo (nueve de 15) votaron el 4 de este mes a favor de la resolución, los dos vetos la bloquearon.

El texto, que condenaba fuertemente las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades sirias, recibió el voto a favor de Alemania, Bosnia y Herzegovina, Colombia, Estados Unidos, Francia, Gabón, Gran Bretaña, Nigeria y Portugal.

Mientras, India, Brasil y Sudáfrica, que conforman el bloque IBSA, se abstuvieron, al igual que Líbano.

El proyecto de resolución, co-auspiciado por Francia, Alemania, Portugal y Gran Bretaña, también llamaba a Damasco a detener de inmediato todo uso de la fuerza contra población civil.

Si Siria no lo hacía en 30 días, el Consejo de Seguridad podía considerar "otras opciones", en alusión a sanciones económicas o militares.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, "lamentaba" que el Consejo de Seguridad no hubiera adoptado la resolución, informó su portavoz, Martin Nesirky, pero confiaba en que se superarían las divisiones sobre el tema.

"Tenemos una obligación moral de evitar más derramamiento de sangre y ayudar al pueblo de Siria a salir de esta crisis", dijo Ban.

Desde mediados de marzo, unas 2.700 personas han muerto en ese país de Medio Oriente, según datos de la ONU.

El creciente movimiento de protestas en Siria se enmarca en la denominada Primavera Árabe, con levantamientos populares en varios países del norte de África este año contra regímenes autocráticos.

Zunes dijo a IPS que el veto ruso-chino era definitivamente una reacción a la decisión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de ir más allá del mandato del Consejo de Seguridad a comienzos de este año, que autorizó el uso de la fuerza para proteger a la población civil en la crisis de Libia.

La OTAN, en cambio, se convirtió en parte activa de la guerra civil.

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