Lanzamiento de la Red Informativa de Genocidio y Derechos Humanos

La Fundación Luisa Hairabedian presenta la Red Informativa de Genocidio y Derechos Humanos que tiene como objetivo informar sobre congresos, actualidad, seminarios, publicaciones, conferencias, bibliografía y postgrados relacionados a Ciencias Sociales, Estudios sobre Genocidio, Diáspora Armenia y temáticas afines

viernes, 28 de marzo de 2014

LA FLH PRESENTA LA OBRA DE TEATRO UN MISMO ARBOL EN LA VILLA 21.

La obra de teatro Un Mismo Arbol Verde se presentará en la Villa 21.

La multipremiada obra de teatro "Un Mismo Árbol Verde" de Claudia Piñeiro se estará presentando los días martes 1° y 8 de abril en  la “Casa de la Cultura Villa 21 Barracas”, dentro del programa Teatro 21 ,en Av. Iriarte 3500, a las 21 hs., con entrada libre y gratuita.

Basada en hechos reales, la obra constituye una nueva y necesaria aproximación al primer genocidio del siglo XX cometido por el estado turco,  y muestra su paralelismo con el horror vivido por los argentinos bajo la dictadura militar de 1976.

 La  autora enlaza una y otra masacre a partir del relato de su amiga Luisa, quien  inició en nuestro país en el año 2001:  un Juicio por la Verdad del Genocidio Armenio, que obtuvo recientemente un histórico fallo favorable. 

 Se ha presentado desde al año 2006 en más de 10 provincias, con una afinada dirección de Manuel Iedvabni, la maestría de Marta Bianchi, la impecable actuación de Silvia Kalfaian  y la asistencia de dirección de Marina Fredes.

 En el marco de las actividades por el Centenario del Genocidio Armenio la Fundación Luisa Hairabedian acompaña y promueve las políticas inclusivas y plurales de la Secretaría de Cultura de la Nación, que con la presentación de Un Mismo Arbol Verde en la Villa 21, marcan un hito en la difusión y promocion de la Verdad y la Justicia del Genocidio Armenio.

jueves, 27 de marzo de 2014

presenta
Conferencia internacional
"El Genocidio Armenio en la víspera del centenario"
Buenos Aires, 9-11 de Abril 2014

El Centro de Estudios sobre Genocidio - Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Fundación por la Memoria del Genocidio Armenio llevarán a cabo la conferencia internacional " el Genocidio Armenio en la víspera del centenario" que tendrá lugar entre el 9 y el 11 de Abril de 2014 en   en el centro de postgrado de UNTREF Viamonte 525 - Centro Cultural Borges, Buenos Aires, Argentina.

Invitados Especiales :

Richard Hovannisian (UCLA,USA)
Claire Mouradian (CNRS- EHESS, Paris)
Mehmet Polatel (Boğaziçi University, Turquía)
David Gaunt (Suecia)
Haluk Bignol (USA)


Situación de los juicios por crímenes de lesa humanidad en Argentina

25 de marzo de 2014

A partir de los registros del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), un total de 2.450 personas, entre civiles y personal de las fuerzas armadas y de seguridad, están o estuvieron involucradas en causas vinculadas con el terrorismo de Estado al día de hoy. De ellas, 540 han obtenido sentencia, 495 se encuentran condenadas y 45 absueltas.

Desde la celebración del primer juicio por estos delitos en 2006, han habido 115 fallos. No obstante, resulta preocupante que de ellas únicamente 20 han alcanzado sentencia firme, 18 confirmadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El CELS realizó un relevamiento sobre el rol de la plana civil en la última dictadura cívico-militar. A marzo de 2014 son 297 los civiles investigados por la justicia. Los actores civiles acusados en diferentes causas por su responsabilidad en los delitos son diversos: funcionarios del Poder Ejecutivo y Judicial, profesionales de la salud, personal civil de inteligencia, integrantes de la Iglesia Católica, empresarios y apropiadores de menores, entre otros. Los funcionarios judiciales acusados ascienden a 67, el 23% del total de civiles investigados en la actualidad.

Los datos ampliados se pueden consultar en el Blog de Estadísticas del CELS, donde se encuentra el total de causas en trámite en todo el país y la situación procesal de los imputados.




Civiles acusados por delitos de lesa humanidad




La “cuestión civil” en el proceso de justicia argentino

En los últimos años la expresión “dictadura cívico-militar” comenzó a instalarse en el discurso público, jerarquizando el rol desempeñado por la plana civil en esta etapa de nuestra historia reciente. La idea de complicidad de determinados sectores de la sociedad con las Fuerzas Armadas para llevar adelante el plan sistemático de desaparición y exterminio perpetrado entre 1976 y 1983 fue afianzándose en el plano político, social y judicial.

La consolidación del proceso de justicia, su extensión en el tiempo y la información que se produce en el marco de los juicios ampliaron los límites de la investigación penal. Comenzó a evidenciarse que la atribución de responsabilidad no se agota en el juzgamiento de las Fuerzas Armadas que condujeron el aparato estatal y de las fuerzas de seguridad operacionalmente subordinadas, sino que hoy es necesario que la Justicia avance sobre la otra parte del cuadro: el aporte, en algunos casos fundamental, de sectores civiles al accionar represivo.

Haga clic aquí para leer la nota completa, publicada el 23 de marzo de 2014 en Página/12.



Centro de Estudios Legales y Sociales
consultas@cels.org.ar /www.cels.org.ar

martes, 11 de marzo de 2014


Switzerland appeals ECHR Ruling

International Institute for Genocide and Human Rights Studies
A Division of the Zoryan Institute
DATE: March 11, 2014                                                  
Switzerland appeals ECHR ruling 

Bern, Switzerland—The International Association of Genocide and Human Rights Studies (A Division of the Zoryan Institute) (IIGHRS) and the Switzerland-Armenia Association (SAA) are pleased to announce that the Swiss Government announced today it will appeal the ruling of the European Court of Human Rights (ECHR) on December 17, 2013, overturning the conviction of Dogu Perinçek for denying the Armenian Genocide.

The decision was made by the Swiss Federal Office of Justice to ask the ECHR’s Grand Chamber to review the ruling in order to clarify the scope available to Swiss authorities in applying the Swiss Criminal Code to combat racism. The anti-racism law was created in 1995 in order to comply with the UN Convention on the Elimination of All Forms of Racial Discrimination. See the press release of the Swiss Federal Office of Justice:https://www.bj.admin.ch/content/bj/en/home/dokumentation/medieninformationen/2014/2014-03-11.html

In 2007, Mr. Dogu Perinçek was convicted under the Swiss anti-racism law for publicly denying the Armenian Genocide. He failed to win two appeals in Swiss courts, then appealed to the ECHR. On December 17, 2013, the ECHR overturned this conviction on the grounds of freedom of speech.

The IIGHRS and the SAA have worked together since December, along with a team of scholars and experts in international human rights law, major Armenian organizations and individuals, as a strategic team to inform and educate Swiss public opinion.

Le Temps (Geneva), in covering this story, wrote, “Armenian associations in Switzerland are highly mobilized in collaboration with The International Institute for Genocide and Human Rights Studies, which took a full-page advertisement in newspapers, including "Le Temps." A petition that has more than 10,000 signatures was also sent to the Minister of Justice and Police, Simonetta Sommaruga, for Switzerland to appeal.”
http://www.letemps.ch/Page/Uuid/66548094-a929-11e3-91cc-93ff9fa69117%7C0
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Comunicados (Consejo Nacional Armenio de Sudamérica)
Suiza apelará el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que defendía el negacionismo
Publicado 11 marzo, 2014
  
De acuerdo al comunicado emitido este martes 11 de marzo por la Oficina Federal de Justicia de Suiza, se conoció que  apelará al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y solicitará que envíe el caso de Dogu Perinçek a la Gran Sala del TEDH para que revea el fallo en primera instancia. Según la Oficina Federal, la apelación tiene como objetivo “aclarar la competencia de las autoridades nacionales en la aplicación de la disposición contra el racismo penal establecido en el Código Penal suizo (art. 261bis )”. Dicha disposición penal había entrado en vigencia en 1995 “para acabar con las lagunas en el derecho penal y que el país pueda adherirse a la Convención de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial”.

Desde el Consejo Nacional Armenio entendemos que la apelación de Suiza es fundamental para enfatizar lo que diversas organizaciones y referentes del campo de los derechos humanos de todo el mundo han señalado: el fallo no defendía la libertad de expresión, sino que ponía en duda la existencia del genocidio contra los armenios. En este sentido, desde todas las delegaciones del CNA se propiciaron encuentros con las delegaciones diplomáticas de la Confederación Suiza para bregar por la apelación, entendiendo que no sólo vulneraba el derecho suizo sino que sentaba un precedente nefasto para la justicia y la reparación a las víctimas del genocidio perpetrado por el Estado turco.

Es por ello que, a partir de la apelación, deben intensificarse los esfuerzos de todos aquellos que luchan por memoria, verdad y justicia para que la Gran Sala del TEDH comprenda el peligro que conlleva para la comunidad internacional sostener la visión negacionista, que avala los intentos del Estado turco de explicar el genocidio contra los armenios como una tragedia propia de la guerra, y no como un acto planificado y sistemático, del que el mundo tiene sobradas pruebas. A poco tiempo de cumplirse el centenario de su inicio, resulta de suma gravedad que un organismo europeo desconozca las posiciones históricas de gran parte de los países de ese continente frente al genocidio.




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Conferencia internacional


"El Genocidio armenio en la víspera del centenario"



El Centro de Estudios Sobre Genocidio, la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Fundación por la Memoria del Genocidio Armenio llevará a cabo la conferencia internacional "El Genocidio Armenio en la víspera del centenario" que tendrá lugar entre el 9 y 11 de Abril en Buenos Aires, Argentina.

Invitados Especiales

Richard Hovannisian (UCLA,USA)
Claire Mouradian (CNRS-EHESS, Paris)
Mehmet Polatel (Boğaziçi University, Turkey)
David Gaunt (Sweden)
Haluk Bingol (USA)
                                                                              
Centro de Postgrado de UNTREF: Centro Cultural Borges Viamonte 525






lunes, 10 de marzo de 2014

27/02/2014

Una ONG de Turquía pide recurrir la resolución del TEDH

Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Estambul (Armenian Weekly).- La Asociación de Derechos Humanos de Turquía (Insan Haklari Dernegi), envió una nota al Ministerio de Justicia de Suiza expresando su decepción por la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la negación del Genocidio Armenio. “Como defensores de los derechos del hombre en Turquía, somos los testigos más directos y más inmediatos de cómo la negación del genocidio contra armenios y otros grupos étnicos cristianos de Asia Menor, generó un contexto antidemocrático permitiendo el odio y los crímenes racistas, y la violación de la libertad de expresión y de los derechos humanos en general”, resumió la Asociación en su misiva, cuya copia fue enviada al Armenian Weekly.

“En nombre de los derechos humanos, de la lucha contra el odio racista y la justicia en Turquía y otros países, nos gustaría expresar nuestra convicción que la decisión del Tribunal suizo que condenó la negación del Genocidio Armenio por parte de Dogu Perinçek, fue un paso para protegernos a todos, a toda la humanidad contra el racismo. Además, queremos transmitir nuestro más sincero apoyo a la Corte de Suiza para que ejerza su derecho a apelar la decisión del Tribunal Europeo de Derechos humanos”, concluye el escrito.

miércoles, 5 de marzo de 2014



Rajoy, Erdogan y el genocidio armenio 
Por: Fernando José Vaquero Orequieta. (Publicado en el sitio web de Aragón Libral, Españ 5/3/2014)

En estos tiempos que vivimos, y de manera acentuada, las noticias se suceden a ritmo vertiginoso: lo que hoy es "rabiosa actualidad", mañana apenas se comenta e, inmediatamente, se olvida. Múltiples informaciones se suceden, se acumulan, nos aturden… para luego desaparecer.
                                                                                                                    

En estos tiempos que vivimos, y de manera acentuada, las noticias se suceden a ritmo vertiginoso: lo que hoy es "rabiosa actualidad", mañana apenas se comenta e, inmediatamente, se olvida. Múltiples informaciones se suceden, se acumulan, nos aturden… para luego desaparecer.

Por ello, acaso sea necesario volver la mirada para recordar determinados hechos que fueron objeto de atención mediática y que, analizados o no, fueron olvidados. Ahí radica uno de los problemas de nuestro tiempo: la reseña jocosa y el análisis superficial han relevado, perniciosamente, a la reflexión serena y profunda; perdiéndose multitud de ocasiones para el debate y, ocasionalmente, alcanzar alguna conclusión válida para la convivencia.

Sirva esta breve introducción para retrotraernos a la visita de Mariano Rajoy a la Turquía de Recep Tayyip Erdogan en el último febrero. De la misma, apenas, se destacaron dos hechos. El más relevante: el Partido Popular apoyará a Turquía en su pretensión de entrar en la Unión Europea. Segundo: la presencia de Rajoy el 12 de febrero, y en lugar preferente, en un mitin electoral del partido de Erdogan; auténtica encerrona, pues estaba anunciada su asistencia a la inauguración de una estación del metro de Estambul. El partido político del que hablamos es, nada menos, que Justicia y Desarrollo (AKP): el paradigma de un supuesto islamismo moderado que, poco a poco, ha decepcionado a los observadores occidentales; radicalizándose y amparando múltiples corruptelas, circunstancia que viene concitando protestas ciudadanas violentamente reprimidas.

Entonces, debemos concluir… ¡España y el Partido Popular apoyan a Turquía en sus pretensiones europeas! Pero, tenemos derecho a preguntarnos, ¿se ha consultado a los españoles o, al menos, a los militantes del partido de Rajoy? Es más, ¿se ha generado algún debate al respecto? ¿Es indiferente la entrada de Turquía en Europa? ¿Nos afectará a los españoles? Seguramente, pero, ¿cómo? ¿Alguien lo sabe? ¿Nos lo han explicado? Además de más Doner Kebabs y nuevas mafias especializadas en el tráfico de personas, drogas y armas, ¿se implantarán guetos turcos en nuestras ciudades, al igual que sucede, desde hace décadas, en Alemania?

Preguntas, todas ellas, un tanto retóricas, pues ya sabemos cómo se las gasta nuestra casta política; una oligarquía que nos trata como a súbditos y no como a ciudadanos. Ni nos informan, ni nos tienen en cuenta, ni les interesamos: "vote usted lo que quiera que, nosotros, los de siempre, haremos lo que nos dé la real gana".

Seamos veraces: los hechos vienen desmintiendo tozudamente que Turquía sea un ejemplo de democracia abierta, tolerante, observante estricta de los derechos humanos; a la europea. Y si alguien lo duda, que se lo pregunten a las mujeres, los kurdos, las minorías religiosas…

Pero, ¿no podrían exigir España, y el resto de Europa, la aplicación del principio de reciprocidad? Por ejemplo: si se construye una mezquita con capital turco, que se haga lo propio con una iglesia… allí. Pero, se me olvidaba: ¡no se pueden construir nuevas iglesias en Turquía! No digamos, ya, en Arabia Saudita…

Y, ante todo, ¿cómo incorporar en nuestra posmoderna Europa a un estado –el turco- que no ha reparado mínimamente al pueblo armenio? ¡Ni siquiera reconoce que perpetrara el primer genocidio moderno hace casi un siglo! Es más, el estado turco castiga a todo aquél que cuestione mínimamente un negacionismo que en Europa, por lo que respecta a la Shoah, se persigue ejemplarmente. Recuérdese el caso del Premio Nobel de Literatura 2006, el turco Orhan Pamuk, quien por su crítica a ese negacionismo del genocidio armenio se había exiliado el año anterior. O al periodista Hrant Dink, de origen armenio, quien en el semanario Agos propugnó un diálogo entre turcos y armenios que partiera del reconocimiento del sufrimiento causado; por lo que fue condenado, también en 2005, por violar el artículo 301 del Código Penal, es decir, ¡"insultar la identidad turca"! Finalmente, sería asesinado el 19 de enero de 2007. No recuerdo que el Partido Popular protestara por nada de ello.

Aunque casi por completo desconocida en España, nos une con Armenia una pertenencia común: las raíces cristianas. Armenia fue además de una de las más antiguas naciones del mundo, la primera cristiana; antes, incluso, que la propia Roma. Pero, en la segunda década del pasado siglo, pudo desaparecer por completo de la mano del ejército turco. Ya había sufrido persecuciones y matanzas terribles con anterioridad. Así sucedió en 1880; después, en 1896, cuando fueron asesinados 300.000 armenios bajo el sultanato de Abdul Hamid II; y en 1908, al ser masacrados otros 30.000 en la ciudad de Adaná. Pero será en 1915 cuando se consumó la tentativa de eliminar a toda la población armenia residente en territorio turco. En febrero de ese año, 60.000 reclutas armenios del ejército turco fueron fusilados. A continuación, todos los varones armenios con edades comprendidas entre los 15 y 45 años fueron enrolados en el ejército, siendo explotados hasta la muerte. El 24 de abril de aquel fatídico año, 600 líderes de la comunidad armenia fueron detenidos en Estambul y ejecutados. Desde entonces, esa fecha figura en el calendario de la diáspora armenia, indeleblemente, en un ejemplar ejercicio de memoria histórica y de reconocimiento al martirio de sus antepasados. Pero los genocidas no se detuvieron ahí. La restante población armenia -niños, mujeres y ancianos- fue desalojada de sus localidades y organizada en unas "marchas de la muerte" hacia el desierto de Siria y el mar Negro; falleciendo por hambre, sed y malos tratos en su inmensa mayoría. Aún, a finales de la Primera Guerra Mundial, unos 300.000 armenios fueron masacrados en el Cáucaso turco. Finalmente, entre 1920 y 1923 se perpetraron las últimas matanzas. A lo largo de todos esos terribles años, decenas de miles de mujeres y niños fueron raptados y violados; el patrimonio personal y cultural del pueblo armenio fue destruido; su riqueza, expropiada… Y todo ello, ante la pasividad internacional; limitándose las potencias europeas a unas pocas advertencias nominales y mínimas investigaciones. De los dos millones de armenios que vivían en Anatolia en 1914, una vez finalizadas las diversas oleadas genocidas, apenas sobrevivía una cuarta parte; refugiados en Líbano, Francia, Argentina y en la pequeña Armenia soviética. Los responsables de este exterminio sistemático fueron los "Jóvenes Turcos", militares nacionalistas que perpetraron tamaña "limpieza étnica" en el marco del proyecto de una Turquía "moderna" elaborado por sus dirigentes Mehmet Tallat, Ismael Enver y Ahmed Jemal.

Pero hubo más víctimas: unos 300.000 asirios -también cristianos- fueron masacrados. Otro genocidio casi desconocido del que nunca se habla. Y unos pocos años después, los griegos residentes en Anatolia occidental -más de millón y medio- fueron expulsados a resultas del conflicto griego-turco desarrollado al término de la Gran Guerra. De esta manera, si en la Anatolia de primeros del siglo XX algo más de un 30% de su población era cristiana, en la actualidad no llega ni al 1%.

La mera afirmación, en Turquía, de la realidad de este genocidio, sigue siendo perseguida penal y policialmente. Sus diversos gobiernos nunca lo han reconocido, pese a la existencia de cientos de fotografías de la época y numerosísimos testimonios de diplomáticos extranjeros, misioneros, militares alemanes (entonces aliados), memorias de supervivientes, etc.

En este conflictivo contexto, de negacionismo, islamismo ascendente, protestas ciudadanas contra la corrupción, ¡Mariano Rajoy se deja fotografiar sonriente en un mitin islamista! Un comportamiento, nada heroico, al que en vicisitudes muy diversas nos viene acostumbrando.

No parece, pues, que Rajoy haya renunciado al proyecto ideológico radical-progresista que heredó de Rodríguez Zapatero; una de cuyas expresiones sigue siendo la Alianza de las Civilizaciones. Casualmente, Erdogan era su otro gran propulsor…

Estamos a un año del centenario del genocidio armenio. Sabemos qué podemos esperar al respecto del Partido Popular de Rajoy: ¡no molestemos a Erdogan! Sonriamos y dejemos pasar las cosas.

Pero, ¿podría obrarse de otra manera? Efectivamente. Ha sido el caso del Tribunal Federal de Buenos Aires que dictaminó, el 1 de abril de 2011, que "el Estado turco ha cometido el delito de genocidio contra el Pueblo Armenio, en el período comprendido entre los años 1915 y 1923" en el que fueron asesinadas un millón y medio de personas mediante una "estructurada planificación exterminadora".
Si ya Francia, Suiza y Holanda, en la década anterior, habían emprendido un camino convergente al argentino, la cosmopolita casta judicial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, allanando las pretensiones del futuro socio turco, emitió una sentencia nefasta el 17 de diciembre de 2013 en la que establecía que la negación del genocidio armenio -por la que fue condenado un político turco en 2007 en Suiza- constituía un ejercicio de la libertad de expresión, no pudiendo ser objeto de condena penal.

De modo que Rajoy ha seguido, también en ello, los dictados de sus colegas de casta que conciben Europa como un club económico, dirigido por una oligarquía político-financiera  que prima el lucro por encima de todo, alimentado por un pensamiento único y sostenido por unas estructuras administrativas y judiciales restrictivas y alejadas de los pueblos europeos.

Que nadie se confunda: Turquía es una gran nación, orgullosa de su rica tradición cultural, artística e histórica, poblada por gentes de mucha iniciativa, dignidad y carácter. Como europeos, que estamos perdiendo rápidamente nuestras raíces, podemos aprehender lo mejor de ese orgullo; no para discriminarles, sino para dialogar y construir desde la propia identidad y pertenencia. No en vano, sin identidad no se dialoga: se parlotea. Y si renuncias a ella, no serás respetado.

Por todo ello, Armenia debe nuestra gran referencia: por su sacrificio y resistencia, su voluntad de supervivencia, su memoria, su desacomplejada identidad.

martes, 4 de marzo de 2014


Genocide Encyclopedias and the Armenian Genocide

By Alan Whitehorn // February 26, 2014 in Featured, Headline, Special Reports // 7 Comments // Email // Print

Special for the Armenian Weekly

The two key human rights concepts of “crimes against humanity” and “genocide” have their roots in the response to the Young Turk mass deportations and massacres of Armenians in the Ottoman Empire during World War I. Following the April 24, 1915 mass arrests of hundreds of Armenian political, religious, and community leaders in Constantinople and their subsequent exile and deaths, and the massacres of multitudes of other Armenian civilians, the Entente allied powers of England, France, and Russia on May 24, 1915 warned that the Young Turk dictatorship would be held accountable for the massacres and the “new crimes of Turkey against humanity and civilization.”


Drawing intellectual inspiration and editorial guidance from Israel Charny, a pioneering project was launched. In 1999, the two-volume Encyclopedia of Genocide, (Santa Barbara, ABC-CLIO, 1999) was published.

In 1921, Soghomon Tehlirian was put on trial in Germany for having assassinated Mehmet Talat, one of the key Young Turk triumvirate responsible for the deportations and massacres of the Armenians. Raphael Lemkin, a young Polish university student, who would later become a lawyer, wondered why there existed domestic laws to deal with the murder of one person, but no international law to punish those responsible for the mass killing of a million or more persons. During the 1930’s, Lemkin suggested the twin concepts of “vandalism” and “barbarism” to deal with such crimes. The former dealt with the destruction of cultural artifacts, while the latter related to acts of violence against defenseless groups. By 1944, these twin concepts had merged into his proposed international term: “genocide.” The new concept, along with “crimes against humanity,” would become a key pillar of international law.

With the introduction of the two crucial legal concepts of “crimes against humanity” and “genocide,” it remained for scholars and prosecutors alike to apply these principles to specific cases. Over time, there emerged the need to compare different historical and contemporary examples. Pioneering analytical and comparative books, such as Irving Horowitz’sGenocide (New Brunswick, Transaction Books, 1976) and Leo Kuper’s Genocide(Harmondsworth, Penguin Books, 1981), were penned in this regard. Before long, the field of genocide studies emerged and was formalized with the birth of the International Association of Genocide Studies (IAGS) in 1994. However, a challenge familiar to many in comparative politics arose; given that most individuals and scholars lack the global expertise to know sufficient details about all of the major case studies, there was an urgent need for encyclopedias and dictionaries on genocide.

Drawing intellectual inspiration and editorial guidance from Israel Charny, a pioneering project was launched. In 1999, the two-volume Encyclopedia of Genocide, (Santa Barbara, ABC-CLIO, 1999) was published. With substantial input by Rouben Adalian, the encyclopedia included two-dozen entries about the Armenian Genocide and the Ottoman Young Turk regime. The encyclopedia also contained several thematic entries that cited reference to the Armenian case. Adalian led the way with 17 entries that he penned on such such as the Hamidian Massacres, Adana, Musa Dagh, the Young Turks, Woodrow Wilson, and Henry Morgenthau, Sr. Other prominent authors included Vahakn Dadrian (Armenian Genocide documentation and courts martial), Roger Smith (Armenian Genocide denial), Robert Melson (comparison of the Armenian Genocide and the Holocaust), Samuel Totten (genocide films and literature), Peter Balakian (poetry on the Armenian Genocide), Sybil Milton (Armin T. Wegner), and Steve Jacobs (Raphael Lemkin). The two volumes were not only pioneering, but remain quite useful even today. This is a testament to their strong scholarship and the continued importance of the topic.

Soon after the appearance of the English-language two volume Encyclopedia of Genocide, a French-language one-volume version appeared: Israel Charny, ed., Le Livre noir de l’humanite: Encyclopedie mondiale des genocides (Toulouse, Editions Privat, 2001). For the most part in the French edition, the entries on the Armenian Genocide and other genocides were the same, but there were a few additions and deletions. Overall, students of the Armenian Genocide were exceptionally well served by the two editions.

The three-volume set edited by Dinah Shelton, titled Encyclopedia of Genocide and Crimes Against Humanity (Detroit, Thomson Gale, 2005), provided extensive material on the Holocaust and attempted to be more inclusive of other genocides. However, the coverage on the Armenian Genocide (with under 10 full entries) was less in this 3-volume account than in the earlier and smaller English and French Encyclopedia of Genocide. Nevertheless, the entries were written by prominent figures: Vahakn Dadrian (Armenians in the Ottoman Empire, Talat), Dennis Papazian (Armenians in Russia and the USSR), Michael Hagopian (Armenian Genocide documentary films), Atom Egoyan (Armenian Genocide feature films), and Peter Balakian (poetry, including a section on the Armenian Genocide).

The cluster of entries was stronger on the arts angle of the Armenian Genocide than the history or sociology. For example, Henry Morgenthau, Jr. addressing the Holocaust was listed, but not Henry Morgenthau, Sr. on the Armenian Genocide. The entry on Benjamin Whitaker was an important one, but remained silent on the Turkish government’s powerful efforts to thwart the UN’s Whitaker Report, which contained an important historical reference to the Armenian Genocide. The encyclopedia did, however, include an entry by Christopher Simpson on German missionary Johannes Lepsius and his brave report during World War I on the Armenian massacres. On another positive note, some of the thematic entries provided references to the Armenian Genocide.

The one-volume account edited by Leslie Horvitz and Christopher Catherwood, Encyclopedia of War Crimes and Genocide (New York, Facts on File, 2006), contained only one main entry on the Armenian Genocide and one partial reference in the entry on “crimes against humanity.” This was inadequate coverage of one of the major genocides of the 20th century. It seemed that the pattern had become one of declining coverage. But that was about to change.

The two-volume collection co-edited and co-authored by Samuel Totten and Paul Bartrop (with some assistance from Steve Jacobs), titled Dictionary of Genocide (Westport, Greenwood, 2008), saw a return to more comprehensive coverage. While no Armenian Genocide specialist authors were listed as contributors, the volumes included at least 40 entries on the Armenian Genocide and covered a wide range of topics. Entries dealt with the key perpetrators (Abdul Hamid II, Committee of Union and Progress/CUP, Ahmed Djemal, Ismail Enver, Mehemet Talat, Mehemed Nazim), famous places and incidents (Adana, Deir ez Zor, Forty Days of Musa Dagh), key humanitarian figures (Johannes Lepsius, British Viscount James Bryce, Ambassador Henry Morgenthau, German military medic Armin T. Wegner), international reaction (British and the Bryce Report on the “Treatment of the Armenians in the Ottoman Empire,” American on the formation of the “Armenian Atrocities Committee”), films (“Ararat,” “Voices from the Lake,” “Armenia: The Betrayed”), genocide centers (Armenian Genocide Institute Museum, Zoryan Institute), Armenian Genocide denialist authors (Bernard Lewis, Justin McCarthy), links to related Ottoman genocides (Assyrians, Pontic Greeks), and the Holocaust. It is a highly readable set of volumes that provides useful summary information about the Armenian Genocide. However, some readers would want more detailed entries, and that was about to appear.

In the internet age, it was inevitable that an online encyclopedia of genocide would emerge. The American educational publisher ABC-CLIO recently created a large database on genocide that was primarily intended for high school students and teachers, but would also be valuable to university students and professors. Entitled “Modern Genocide: Understanding Causes and Consequences,” it is available for an annual subscription fee. Developed in consultation with an advisory board comprised of Paul Bartrop, Steven Jacobs, and Suzanne Ransleben, the database continues to grow and be updated. At the current time, it contains seven main entries on the Armenian Genocide (Overview, Causes, Consequences, Perpetrators, Victims, Bystanders, International Reaction) by Alan Whitehorn. There are also several discussion essays by various authors (including Colin Tatz and Henry Theriault) on Armenian Genocide recognition and how well the genocide has been known, and about 70 individual subject entries. Entries include pieces done by Rouben Adalian, Paul Bartrop, Zaven Khatchaturian, Robert Melson, Khatchig Mouradian, Rubina Peroomian, George Shirinian, Roger Smith, and others. However, not as many Armenian Genocide specialists have contributed as one might have expected. In addition to the encyclopedia entries and genocide timeline, there are some primary source documents and photos. The online database provides useful insight on the Armenian Genocide. It also suggests what might be possible if all of the entries were to be gathered together into a separate encyclopedic volume that is focused on the genocide. Unfortunately, this is something that has not yet been done, but that one hopes will occur before 2015.

Quite significantly, all of the genocide encyclopedias together show that the Armenian Genocide constitutes an important case study, as it is included in each and every genocide encyclopedia from the first to the most recent. This reflects academic consensus among genocide scholars that the mass deportations and killings of Armenians constitute genocide. These important scholarly reference works thus provide significant academic documentation that can serve to repudiate the Turkish state’s repeated polemical denials of the Armenian Genocide. Accordingly, these genocide encyclopedias ought to be cited by scholars, jurists, and citizens alike. The European Court of Human Rights, in its recent (Dec. 17, 2013) flawed decision on Armenian Genocide denial, should have been aware of such key academic reference works. If they had, their reasoning, in all likelihood, would have been different. Without a doubt, these encyclopedias’ coverage of the Armenian Genocide remind us that time is long overdue for the Turkish government and its citizens to face the dark pages of their history.