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lunes, 3 de octubre de 2011

PAKISTÁN Las armas apuntan a las mujeres


Por Ashfaq Yusufzai

Armas ilegales confiscadas cerca de Peshawar.

Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS



PESHAWAR, oct (IPS) - La abundancia de armas en manos de civiles en Pakistán, en especial en el norte, impacta cada vez más a las mujeres, que son víctimas de asesinatos por "honor" y de sangrientas disputas domésticas.

El analista de seguridad brigadier retirado Mohammad Saad aseguró que "65 por ciento de las mujeres fallecidas fueron víctimas vinculados a temas de honor y a problemas de violencia doméstica", dijo a IPS

El problema es que hay armas pequeñas de fácil acceso, señaló Saad, mencionando un estudio realizado por la Fundación Awaz. Es común que por un problema insignificante, los hombres tomen una pistola y maten mujeres, apuntó.

Es un problema nacional, pero las mujeres de Khyber Pakhtunkhwa y de las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA), en el norte, son particularmente vulnerables por la proliferación de armas fabricadas en el ámbito local, en especial en el pueblo de Darra Adamkhel, dedicado a esa industria.

"La mayoría de las armas empleadas contra las mujeres son ilegales y de fabricación local", indicó Saad.

En 2010 murieron 719 mujeres, 381 eran de Punjab, 161 de Khyber Pakhtunkhwa y 160 de Sindh, señaló Shabina Ayaz, de la Fundación Aurat, con sede en Islamabad, que lucha por los derechos femeninos en este país desde 1986.

Pero en FATA no suelen denunciarse las muertes en la prensa ni en la policía ni en los hospitales. Los asesinatos por honor rara vez se divulgan. Los responsables suelen quedar impunes.

"Hemos lanzado campañas agresivas buscando leyes estrictas para frenar la proliferación de armas y salvar mujeres", dijo Ayaz a IPS. La Fundación divulgó el año pasado el estudio "Situación de la Violencia contra la Mujer en Pakistán", que subraya la amenazan que pende sobre ellas.

La clave para terminar la violencia con armas contra las mujeres es eliminar los artefactos pequeños, apuntó.

La insurgencia del movimiento islamista afgano Talibán en FATA y el norte de Pakistán dejó a las mujeres al filo de la navaja, señaló Murtaza Khan, de la organización Acción contra las Armas Pequeñas.

"La facilidad de adquirirlas baratas promovió su uso y multiplicó los problemas para las mujeres, ya marginadas en una sociedad tribal y patriarcal", dijo Khan a IPS.

Algunas mujeres murieron por problemas intrascendentes como demorar en servir la comida o en planchar la ropa del marido, apuntó.

La proliferación de armas aumentó su uso.

"Niños de unos 10 años reciben entrenamiento para usar fusiles AK-47 en FATA y Khyber Pakhtunkhwa. En algunas zonas, la exhibición de armas es considerado un símbolo de estatus", indicó Khan.

"Es un gran problema", coincidió el oficial de policía Kareem Khan, de Peshawar. Hubo un caso en que un hombre mató a su esposa porque no le lustró los zapatos a tiempo, contó. "El bajo precio de las armas permite que lleguen a la gente pobre", dijo a IPS.

Tres décadas de intenso conflicto armado dejaron a la región inundada con todo tipo de armas, desde pistolas compactas con forma de bolígrafo estilo de James Bond hasta fúsiles Kalashnikovs y dispositivos antiaéreos.

La enorme cantidad de armas pequeñas en la población influye directamente sobre la seguridad interna y obstaculiza el desarrollo, dijo Saad a IPS. "Tenemos que desarmar a la sociedad para que sea más segura", añadió.

Los llamamientos para desarmar a la población civil surgieron tras la muerte de cientos de personas entre julio y agosto, cuando hubo enfrentamientos étnicos entre pashtun y mohajirs, urduparlantes originarios de India y bien armados, en la meridional ciudad portuaria de Karachi.

"La tradicional fascinación de los pashtunes por las armas deriva de los muyahidines, que en 1988 terminaron con la ocupación de la Unión Soviética en Afganistán, la cruenta guerra civil que fortaleció al Talibán y a la que le siguió la invasión de Estados Unidos en 2001", explicó Saad.

Los pashtunes representan 17 por ciento de los 175 millones de habitantes de Pakistán y son el principal grupo étnico después de los punyabíes. En Afganistán constituyen 42 por ciento de los 29 millones de personas.

Los primeros dependieron de la industria armamentista local, que se remonta al siglo XVIII. La llegada de armas más sofisticadas data de cuando Estados Unidos dio a los combatientes muyahidín armas pequeñas, lanza-cohetes y lanzamisiles de hombro para bajar a las aeronaves soviéticas. (FIN/2011)

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