Lo afirman las autoridades, a raíz de los destrozos que provocó en varias ciudades y pueblos. El sismo fue de 7,2 grados de magnitud y afectó a la provincia de Van, una región montañosa cerca de Irán. EE.UU. y varios países ofrecieron ayuda.
La región oriental de Turquía sufrió ayer un violento terremoto de 7,2 de magnitud , con una cifra de víctimas que sube permanentemente. Mustafa Erdik, jefe del observatorio Kandilli, principal centro sismológico del país, sostuvo que el temblor tuvo la magnitud suficiente como para causar numerosas muertes. “ Calculamos la cifra de víctimas fatales entre 500 y 1.000 ”, dijo. La televisión y otros medios turcos, como Hürriyet Daily News , convalidaban estas estimaciones.
Las imágenes de la tragedia eran desoladoras: edificios y casas derrumbadas, gente atrapada bajo los escombros pidiendo auxilio, autos aplastados por la mampostería y toda una población abatida por el desastre.
El comienzo del sismo quedó registrado a las 13.41 y el epicentro fue en una aldea ubicada a 17 km de la provincia de Van, un territorio montañoso muy cerca de Irán, donde sus habitantes son mayoritariamente kurdos. A continuación hubo alrededor de 20 réplicas que amplificaron el pánico de la población. Dos de esas réplicas tuvieron una magnitud 5,6 grados.
El temblor causó su mayor estrago en Ercis, de 75.000 habitantes. La ciudad se ubica en el medio de una falla geológica y por eso es una de las zonas más propensas a sismos en Turquía. También resultó fatal en varias aldeas cercanas.
“De repente vimos que se derrumbaba el edificio que estaba enfrente nuestro. Todos corrimos a tratar de rescatar a la gente, aunque sólo pudimos sacar a dos personas de las ruinas. Después escuchamos gritos y gemidos que venían debajo de los escombros , pero la situación era muy peligrosa y decidimos esperar a los equipos de rescate”, contó a las agencias internacionales Halil Celik, un joven que vivía en el centro de Ercis.
Las primeras imágenes difundidas por las cadenas de televisión turcas mostraban escenas de terror en los habitantes, que huían de sus viviendas en medio del caos. Los últimos datos señalaban que los cadáveres recuperados ascendían a 217 , pero el número iba subiendo con el correr de las horas y a medida que los equipos de rescate podían extraer los cuerpos de entre los escombros y hierros retorcidos de los edificios derrumbados. Los hospitales, en tanto, no daban abasto para atender a los cientos de heridos que llegaban.
Especialistas del Centro Sismo de Kandilli precisaron que la sacudida se produjo “muy cerca de la superficie”, a tan sólo 5 o 7 kilómetros de profundidad , por lo que en el epicentro “se sintió como un sismo de entre 8 y 9 grados”.
Las autoridades carecían de información sobre las secuelas del sismo en las aldeas remotas de la región, donde se teme que haya muchas más víctimas ya que las viviendas son sumamente precarias. El gobernador y su gente recorrían el lugar en helicóptero para tener un panorama más claro de la situación. El gobierno envió carpas, cocinas de campo y mantas, mientras la Media Luna Roja movilizaba a todos sus equipos para brindar ayuda.
En la zona siniestrada se había cortado la electricidad y el gas, como prevención. Esto, y el temor a nuevas réplicas, obligó a muchas familias a buscar refugio en las viviendas de sus parientes en ciudades cercanas. Con el correr de las horas habían comenzado a escasear alimentos básicos y el agua. Por eso las autoridades activaron todos los recursos sanitarios disponibles para dar respuesta a la demanda de la población.
“El Estado está haciendo todo lo posible para ayudar a los sobrevivientes y las víctimas del terremoto. Los camiones que transportan suministros desde los almacenes de la Media Luna Roja turca ya están en el camino a Van”, aseguró el viceprimer ministro Besir Atalay. “Dado que el clima es frío en la región, nuestra prioridad será la de distribuir tiendas de campaña, calentadores y comida, tan pronto como sea posible”, agregó.
Ante la dimensión del desastre, varios países ofrecieron ayuda a Turquía.
Entre ellos Francia y Estados Unidos, así como la OTAN, organización de la cual es miembro . También el Gobierno de Israel inició contactos y dio orden a su Ejército para que brinde asistencia a Ankara en las tareas de socorro, pese a la profunda crisis diplomática existente entre los dos países.
Turquía es un país expuesto a los sismos ya que su territorio se halla ubicado en el cruce de varias fallas tectónicas. En 1976 un poderoso terremoto en la ciudad de Caldiran, provincia de Van, provocó 5.291 víctimas fatales. Y en 1999, dos fuertes sismos se produjeron en zonas industriales muy habitadas del noroeste, causando 35.000 muertos.
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