El 10 de octubre fue declarado como el Día Mundial contra la Pena de Muerte por la Coalición Mundial contra la pena de muerte. Este organismo tiene como objetivos reforzar la dimensión internacional de la lucha contra la pena capital y contribuir a la supresión definitiva de las condenas de muerte y de las ejecuciones en el mundo.
Desde que se celebró por primera vez el Día Mundial en 2003, 17 nuevos países han tomado la decisión de abolir la pena de muerte para todos los delitos, con lo que la cifra total de países que han abolido esta pena en la ley o en la práctica asciende ya a 140: más del 70 por ciento de los países del mundo.Sin embargo, pese a haberse reducido el número de países que la aplican, hay unos pocos –entre ellos países poderosos como Estados Unidos y China– que siguen llevando a cabo ejecuciones con una atroz regularidad.
El Día Mundial es una oportunidad para oponerse públicamente a la utilización de esta pena y para apoyar a aquellos que luchan por su abolición en el mundo.
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