El premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, dio su testimonio en el juicio de secuestro y tortura de los hermanos Iaccarino, y aseguró que las fuerzas armadas no pudieron por sí mismas dar un golpe de estado, necesitaron de sectores civiles y religiosos”. "Hubo muchos empresarios que fueron víctimas de la dictadura y de casos de tormentos por dinero y propiedades", aseguró Pérez Esquivel, quien mencionó el caso de un empresario de Tucumán y otro de Azul que fueron obligados a ceder sus propiedades durante la última dictadura cívico militar.
Al exponer ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, en torno al secuestro y tormentos que sufrieron los hermanos Carlos, Rodolfo y Alejandro Iaccarino, sostuvo que en esa época "hubo una doctrina internacional en torno al accionar de los militares".
Ejemplificó que “los militares argentinos tomaron el secuestro y la desaparición de chicos de la guerra civil española, lo cual se realizaba como una práctica para evitar que los niños crecieran con esa ideología que ellos buscaban borrar”.
Sobre su relación con los hermanos Iaccarino, precisó que "los conocí hace cinco años en el Serpaj, ya que allí tenemos personas que se acercan a asesorarse. Al hablar con ellos recordé el caso de un empresario de Tucumán que conocí en el exilio, y llegue a la conclusión de que a ambos les había ocurrido algo muy similar. Ahí fue cuando empezamos a ayudarlos y asesorarlos”.
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