Por Ashfaq Yusufzai
Tienda de discos de Peshawar en reforma tras el atentado perpetrado el mes pasado por el Talibán.
Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS
PESHAWAR, Pakistán, nov (IPS) - "En los últimos años canté más de 10 temas contra el Talibán", dijo a IPS el premiado músico pakistaní Khyal Mohammad. "Recibí amenazas a través de mensajes de texto, pero seguiré haciéndolo porque me da fuerzas", apuntó.
Pero no todos los artistas en el atribulado norte de Pakistán siguieron el mismo camino. Shamim Ara, de 30 años, señaló que recibió varias cartas de amenaza del movimiento islamista afgano, y decidió abandonar la profesión de músico.
"Todavía quiero cantar porque me apasiona, pero mis hermanos no quieren", contó a IPS. "Varios actores y cantantes de esta provincia pidieron asilo político tras recibir amenazas de muerte del Talibán", apuntó.
La música se vuelve el lenguaje para desafiar al movimiento islamita Talibán, lo que se desprende de sus ataques contra ella. Además parece que está ganando, pese a los repetidos ataques contra comercios de instrumentos y venta de discos.
"La interminable serie de atentados con bomba está a la orden del día, pero no nos dejamos intimidar", señaló Sher Dil Khan, presidente de la Asociación de Comercios de Venta de CD (discos compactos) en Khyber Pakhtunkhwa, provincia del norte de Pakistán.
"Seguiremos produciendo nuevos filmes y canciones para los pashtún. Les encantan las canciones y las películas", añadió.
El Talibán trata de destruir el negocio, señaló Khan, parado en los escombros del atentado perpetrado en septiembre, que dejó siete personas muertas y 30 heridas, en el centro Nishtarabad, en Peshawar, capital de esta provincia. El distrito tenía 500 comercios de venta de música y filmes.
"Recibimos amenazas telefónicas y por carta del Talibán para que dejemos de vender discos porque es contra el Islam, según ellos", dijo a IPS. Pero los propietarios ya repararon 20 comercios y continúan con su negocio.
El atentado de septiembre fue el tercero en Nishtarabad. Un ataque similar cometido en marzo dejó una persona muerta y 16 heridas y, el de octubre de 2007, dos heridas. El centro de venta de discos también abastece a Afganistán, Malasia y otros países de Medio Oriente.
"El Talibán prohibió la música desde que llegó al gobierno de Afganistán en 1997. También estaba vedada en medios de transporte y hoteles", dijo a IPS el cantante Irfan Khan.
Muchos músicos debieron abandonar el país por temor a las represalias del movimiento islamista, apuntó.
Cuando el Talibán llegó a Pakistán cruzando la porosa frontera de 2.400 kilómetros de largo con Afganistán, tras ser expulsado por las fuerzas de la coalición encabezadas por Estados Unidos en 2001, comenzó a atacar comercios de música en las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA).
Los últimos atentados se concentraron en la vecina Khyber Pakhtunkhwa, una de las cuatro provincias de Pakistán.
La cantante y bailarina Shabana recibió un disparo en la cabeza en enero de 2008. Su cuerpo fue colgado de un poste de electricidad en Swat, uno de los 25 distritos de esta provincia.
Swat es un centro turístico donde había unas 500 bailarinas y 800 comercios de música antes de 2007, que desaparecieron un año después de la llegada del Talibán. Los artistas se mudaron o se quedaron en casa por seguridad.
"La mayoría de los empresarios que abandonaron Swat regresaron tras la exitosa operación militar de comienzos de 2010 que expulsó al Talibán", dijo a IPS el presidente de la Asociación de Artistas de Khyber Pakhtunkhwa, Javid Babar. "Ahora todo regresó a la normalidad", apuntó.
El movimiento islamista obligaba a la gente a seguir su propia rama del Islam. Pero la música y la actuación forman parte de la cultura pashtún, explicó Babar, ganador del Premio Presidencial.
Poco después de llegar al gobierno local en 2003, Muttahida Majlis-i-Amal (MMA), afín al Talibán, cerró el Nishtar Hall, el único teatro de la provincia. También desactivó el mercado de Dabgari Gardens, donde muchos músicos tenían sus oficinas para organizar su trabajo en bodas y otras fiestas.
El Partido Nacional Awami, que encabeza la coalición de gobierno de Khyber Pakhtunkhwa con el Partido del Pueblo de Pakistán, reabrió el teatro permitiendo a muchos músicos reanudar su actividad.
El PPP está encabezado por el presidente Asif Zardari, viudo de la dos veces primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en 2007.
El gobierno ordenó reforzar la seguridad en los mercados de música de toda la provincia, dijo a IPS el ministro de Información, Mian Iftikhar Hussain.
"Se pidió a los comerciantes de Nishtarabad que informaran a la policía sobre cualquier elemento sospechoso o bolso, motocicleta o cualquier otro tipo de vehículo que no parezca tener dueño", dijo Hussain a IPS.
El adolescente Omar Shah dijo que el Talibán destruyó 100 comercios de música en Mardan, pero todos fueron reconstruidos. No se puede borrar a la fuerza, apuntó.
"La gente compra discos de películas indias y pakistaníes, canciones y series de televisión de artistas locales. Nos encanta porque describen nuestra cultura y no son obscenas ni vulgares", señaló el joven de 17 años, quien estudia en el Colegio del Gobierno de Mardan. (FIN/2011)
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