INFANCIA-CONO SUR
Por Marcela Valente
BUENOS AIRES, 15 sep (IPS) - Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay registran mejoras en materia de salud infantil. Pero mientras unos ya celebran sus éxitos, que en algunos casos son notables, otros avanzan a paso cansino hacia la meta comprometida en 2000 en la ONU.
Ese cuadro dispar surgió de informes de los representantes de las sociedades de pediatría de los seis países del Cono Sur de América reunidos en Buenos Aires en el marco del Congreso del Centenario organizado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
El encuentro que se realiza del martes 13 a este viernes 16, en el que se celebra además el centenario de la entidad, se repasaron indicadores y buscaron maneras de mejorarlos para ayudar a cumplir con el cuarto de los ocho Objetivos de Desarrollo para el Milenio fijados por los gobiernos en la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que se refiere a la reducción de la mortalidad infantil.
Aún con retos que subsisten, los países que mostraron mayores progresos en materia de combate contra la desnutrición, reducción de la mortalidad infantil y cobertura de vacunas son Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
En cambio en Bolivia y Paraguay, donde la pobreza y la indigencia están en leve baja pero siguen siendo elevadas, los indicadores arriba mencionados aún muestran enormes falencias que pesan sobre la población infantil.
"Bolivia tiene la tasa de mortalidad infantil más alta de América Latina", afirmó el médico Darwin Martínez, de la sociedad pediátrica de su país. "Tenemos un atraso de 50 años respecto de Uruguay", por ejemplo, lamentó en su exposición al plenario del encuentro.
La pobreza aún afecta a 64,3 por ciento de los 10,5 millones de bolivianos, pero el porcentaje sube a 75 por ciento entre niños hasta 13 años de edad, mientras que la desnutrición llega a 37 por ciento de los menores de cinco años y 60 por ciento de ellos sufren algún grado de anemia, aseguró el especialista.
Agregó que la mortalidad infantil es de 50 por cada 1.000 nacidos vivos, la vacunación alcanza solo a 50 por ciento de los niños y niñas –cinco por ciento de los menores de dos años no reciben ninguna inoculación-- y una de cada tres menores de 20 años ya tiene al menos un hijo.
Martínez dijo a IPS que en los últimos 10 años hubo avances, como una caída de la desnutrición y mayor inmunización. Se fomenta la lactancia exclusiva hasta los seis meses y se creó un seguro universal materno infantil. Pero todavía no alcanza.
Paraguay es otro país que avanza a paso muy lento. El médico Luis Moreno Jiménez recordó que 35 por ciento de sus 6,5 millones de habitantes son pobres y 19 por ciento indigentes, la mortalidad infantil llega a 24 por cada 1.000 nacidos vivos y la desnutrición afecta a 14 por ciento de los niños y niñas del país.
En Paraguay, con la población joven igual que Bolivia que aún no produjo la transición hacia una sociedad que reduce el número de nacimientos, la fecundidad es de 3,5 hijos por mujer, una de las más altas de la región.
En cambio, los demás países están haciendo más rápidos progresos. Brasil, que tenía una mortalidad infantil cercana a 80 por cada 1.000 nacidos vivos en 1983, bajó a 19 por 1.000 en la actualidad, afirmó el pediatra Eduardo da Silva Vaz.
"La prevalencia de déficit de peso y de altura en menores de cinco años dejó de ser un problema en Brasil", destacó el médico, aunque alertó que ahora les preocupa el sobrepeso y la obesidad creciente en niños y niñas, un tema que atravesó todas las ponencias.
El programa de vacunación brasileño "es un éxito", pues cubre prácticamente a la totalidad de los menores, indicó Da Silva Vaz a IPS. En tanto que los nacimientos llega casi a dos por mujer en promedio, con muchas disparidades en este indicador según nivel educativo y social de la madre.
No obstante, el especialista se manifestó preocupado por la falta de educación preescolar, que hace que muchos niños y niñas de hasta cinco años estén "abandonados" o sean cuidados por hermanos que no están en condiciones de estimularlos.
También llamó la atención sobre el elevado número de muertes prevenibles en la adolescencia. Remarco que 72 por ciento de los decesos de personas entre los 15 y 19 años ocurren por causas no naturales, entre las que prevalecen la violencia, accidentes y suicidios.
En tanto, la presidenta de la SAP, pediatra Margarita Ramonet, explicó que en Argentina la mortalidad infantil está en 12,1 por 1.000 nacidos vivos, aunque el promedio bajo oculta fuertes contrastes. En la nororiental provincia de Formosa, que limita con Paraguay, este indicador llega a 20,5 por 1.000, mientras que en la ciudad de Buenos Aires cae a 8,5 por 1.000.
La población inmunizada está entre 92 y 99 por ciento, según las vacunas, y el embarazo adolescente sigue siendo alto, ubicado en 14,5 por ciento de las mujeres de esta franja etaria, pese a la difusión de programas de educación sexual y acceso a la anticoncepción.
Al igual que el representante de Brasil, la experta argentina se manifestó preocupada por la cantidad de muertes de adolescentes, que en el caso de 60 por ciento de las personas entre 15 y 17 años fueron por causas "reducibles". También alertó que a los 13 años, 46 por ciento de los menores toman alcohol.
En Chile y Uruguay también hubo notorios progresos, aunque con desafíos aún pendientes. En el primer caso, el doctor Francisco Moraga Mardones, destacó que la mortalidad infantil llega a 7,7 por cada 1.000 nacidos vivos y la cantidad de hijos por cada mujeres se acerca a los dos en promedio, igual que en Brasil.
No obstante, estos indicadores, similares a los de un país del Norte industrializado, ocultan serias disparidades. "Chile es el país más desigual de América Latina", aseguró el pediatra, y dijo que entre las madres sin instrucción la mortalidad es siete veces más alta.
También reveló que, si bien ese país se está envejeciendo y nacen pocos niños, 25 por ciento de los partos son de mujeres menores de 20 años, 16 por ciento de las cuales tienen menos de 14 años.
La desnutrición no es ya un tema que preocupe en su país, pero sí el sobrepeso, que afecta a 30 por ciento de los niños y niñas de hasta siete años, mientras que la obesidad alcanza a 22 por ciento de esa franja de edad.
Finalmente Alicia Fernández, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediátrica, comentó que en su país la mortalidad infantil afecta a 7,7 por cada 1.000 nacidos vivos, la más baja de la región, y la inmunización llega a 99 por ciento del universo infantil.
Sin embargo, advirtió que uno de los principales problemas en la atención a la salud infantil en Uruguay es la gran concentración de pediatras que hay en Montevideo, frente a la escasez que se registra en el interior del país.(FIN/2011)
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