Llega tarde, pero llega. El monumento que honra al casi medio millón de víctimas gitanas asesinadas bajo órdenes del gobierno nazi ha sido inaugurado en Berlín 67 años después de su particular genocidio, del que aún se conoce muy poco.
En un solemne y emotivo acto que ha contado con la presencia de la canciller Angela Merkel y numerosas autoridades alemanas se ha recordado la tragedia que sufrió una de las minorías más importantes de Alemania. Debido a que estaba menos organizada que las comunidades judías, es más difícil evaluar el número de víctimas de este genocidio, al que el pueblo romaní denomina 'Porraimos'. Se estima que fueron entre 220.000 y 500.000 los muertos en los diversos campos de concentración que se construyeron en el país.
Un lugar de paz para los perseguidos
El monumento está encajado en una esquina del parque Tiergarten, entre las Puerta de Brandemburgo y el edificio del Reichstag. El proyecto es obra del artista y arquitecto israelí Dani Karavan, y representa un "claro en medio del parque, entre árboles y arbustos, donde apenas se puede escuchar el ruido de la ciudad". La escultura, un pequeño lago circular en de donde no cesa de manar agua, está concebido como un lugar de paz donde honrar la memoria de los perseguidos.
Muy poco se conoce de este oscuro episodio de la historia este país, lo que ha provocado las críticas de algunos de los presentes. "Ni siquiera en el proceso de Nuremberg se arrojó luz sobre el genocidio gitano", ha denunciado Zoni Weisz, un superviviente cuyo testimonio ha arrancado más de una lágrima entre el público.
El genocidio gitano es equiparable al de otras minorías que había en Alemania como homosexuales, polacos o enfermos mentales, pero ¿por qué no se había hecho antes este reconocimiento? "
Los gitanos son la minoría étnica más grande de Europa pero su problema es que hasta ahora no tenían un lobby", señala Andrés Nader, miembro de RAA, organización alemana que se dedica a la integración de minorías en el ámbito laboral y que cuenta con varios proyectos con el pueblo romaní.
El lobby al que se refiere Andrés lleva el nombre de Cosejo Central Alemán del Pueblo Sinti y Roma, que desde hace más de una década reclama al Gobierno central la creación de un monumento que honre el 'Porraimos'. La canciller Merkel no ha dudado en agradecer la perseverancia de la organización por la construcción de un memorial que honra no sólo al pueblo gitano sino también "a todas las minorías perseguidas a lo largo de la historia".
Pese a las críticas, son muchos los que defienden que Alemania camina poco a poco y con paso firme hacia el reconocimiento de todas las víctimas de su historia reciente, y que esto no se logra de un día para otro.
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