El fiscal Abel Córdoba aseguró que el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca "cumplió un rol dentro del plan criminal" de la última dictadura. "El procedimiento delictivo abarcaba el secuestro, mantener en cautiverio a las víctimas, fusilarlas y luego presentarlos (los cadáveres) como un producto de un combate militar: en esa etapa es donde las fuerzas armadas no están solas sino que el diario cumplía alguna de estas funciones", señaló el fiscal, quien encabezó la acusación contra ese diario el año pasado, cuando finalizaron las audiencias del juicio por crímes de lesa humanidad en Bahía Blanca. Córdoba, en una entrevista publicada el domingo en Página/12, remarcó también que "el tribunal (oral) señaló que el diario colaboró en la legitimación discursiva y la construcción del `enemigo`".
Y agregó: "Lo calificaba como un `valioso auxiliar de la conducción militar`, es decir: esto deja al diario al margen de una función periodística, e incluso lícita, y pasa a formar parte del plano delictivo en cooperación con el Ejército y la Armada en tareas psicológicas contra la población".
El fiscal además explicó que "los datos que publicaba (La Nueva Provincia) eran un complemento de Inteligencia en numerosos hechos que estamos juzgando e investigando: era información arrancada en tortura y luego publicitada en el diario, y así pasaba a ser parte de ese eje rector represivo en Bahía Blanca".
"La finalidad no era la información u opinar, sino que estaba en un accionar operativo junto con lo órganos de inteligencia y las fuerzas represivas. Esto excede el vínculo que puede haber entre una `fuente` y el `medio`", añadió.
Córdoba, asimismo, subrayó que "hay situaciones donde se difunden las declaraciones o confesiones bajo tortura, arrancadas en la clandestinidad de los cautivos que aparecen en la páginas de La Nueva Provincia".
Al respecto, el fiscal también señaló que "ahora que pudimos tener acceso a parte de la documentación secreta de inteligencia de los archivos que maneja la Comisión provincial por la Memoria, vemos que algunas noticias son el parte de inteligencia que circulaba en los canales secretos".
"Otro caso es que personas secuestradas en Bahía Blanca eran llevadas a un patio, fotografiadas por personas que ellos desconocían y al otro día aparecían en las páginas de La Nueva Provincia como parte de una noticia “montada” sobre el desmantelamiento de una célula extremista, que en realidad eran personas que estaban secuestradas y continuaban ilegalmente detenidas", agregó.
Por último, dijo que en el plano de "la prédica editorial, que no es sólo producto de esos días sino que en algunos casos continúa hasta hoy, es importante catalogar a La Nueva Provincia como la `usina ideológica` del terrorismo de Estado". "Para nosotros hubo una combinación de accionar sobre las víctimas: por un lado, fue desde el accionar en el centro clandestino con el sentido centrado en la escena de la tortura; y por el otro lado, el plan criminal tenía otro plano que era el de la `baja intensidad`, pero que estaba dado por la difusión pública y la difusión de determinada situación que legitimó y produjo los crímenes", conluyó.
El fiscal además explicó que "los datos que publicaba (La Nueva Provincia) eran un complemento de Inteligencia en numerosos hechos que estamos juzgando e investigando: era información arrancada en tortura y luego publicitada en el diario, y así pasaba a ser parte de ese eje rector represivo en Bahía Blanca".
"La finalidad no era la información u opinar, sino que estaba en un accionar operativo junto con lo órganos de inteligencia y las fuerzas represivas. Esto excede el vínculo que puede haber entre una `fuente` y el `medio`", añadió.
Córdoba, asimismo, subrayó que "hay situaciones donde se difunden las declaraciones o confesiones bajo tortura, arrancadas en la clandestinidad de los cautivos que aparecen en la páginas de La Nueva Provincia".
Al respecto, el fiscal también señaló que "ahora que pudimos tener acceso a parte de la documentación secreta de inteligencia de los archivos que maneja la Comisión provincial por la Memoria, vemos que algunas noticias son el parte de inteligencia que circulaba en los canales secretos".
"Otro caso es que personas secuestradas en Bahía Blanca eran llevadas a un patio, fotografiadas por personas que ellos desconocían y al otro día aparecían en las páginas de La Nueva Provincia como parte de una noticia “montada” sobre el desmantelamiento de una célula extremista, que en realidad eran personas que estaban secuestradas y continuaban ilegalmente detenidas", agregó.
Por último, dijo que en el plano de "la prédica editorial, que no es sólo producto de esos días sino que en algunos casos continúa hasta hoy, es importante catalogar a La Nueva Provincia como la `usina ideológica` del terrorismo de Estado". "Para nosotros hubo una combinación de accionar sobre las víctimas: por un lado, fue desde el accionar en el centro clandestino con el sentido centrado en la escena de la tortura; y por el otro lado, el plan criminal tenía otro plano que era el de la `baja intensidad`, pero que estaba dado por la difusión pública y la difusión de determinada situación que legitimó y produjo los crímenes", conluyó.
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