París, 24 feb (PL) El primer juicio celebrado en Francia contra uno de los responsables por el genocidio en Ruanda en 1994 entra hoy en una fase decisiva con la audición de testigos directos de los actos perpetrados en ese país africano.
Durante 100 días, entre abril y julio de ese año, cerca de 800 mil personas, la mayoría pertenecientes a la etnia tutsi, fueron asesinadas en la nación africana.Uno de los acusados por su complicidad en estos hechos es el excapitán de la guardia presidencial, Pascal Simbikangwa, quien habría organizado, adiestrado y armado a las milicias encargadas de identificar y ejecutar a las víctimas.
Los sucesos se desencadenaron tras la muerte del entonces presidente Juvénal Habyarimana, cuyo avión fue derribado el 6 de abril de 1994 cerca del aeropuerto de Kigali.
Casi de inmediato comenzó la matanza contra miembros de la comunidad tutsi, acusada por el ataque al presidente, así como de hutus moderados u opositores al gobierno.
En la mayor parte del país se instalaron puntos de control de identidad y aquellos en cuyos documentos estaba registrada su pertenencia a esa etnia eran detenidos y ejecutados casi de inmediato.
De acuerdo con los fiscales del caso, Simbkangwa era uno de los encargados de controlar estas tareas, además de entregar armas, por lo general garrotes y machetes, a los milicianos.
La masacre fue incitada desde algunos medios de comunicación, entre ellos la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM), una de cuyas animadoras, Valérie Bemeriki, condenada a perpetuidad en Ruanda, va a declarar por medio de video conferencia.
Desde su fundación en 1993 la RTLM propagó el odio contra los tutsis y, tras la muerte de Habyarimana, llamó abiertamente al exterminio de esa población.
Entre los testimonios que comenzarán a escucharse a partir de este lunes figuran los de antiguos miembros de las milicias hutus, guardianes y campesinos del noroeste del país, la región de origen del acusado.
Simbikangwa logró huir de Ruanda después del genocidio y se refugió en el territorio francés de ultramar de isla de Mayotte, ubicada en el océano índico, muy cerca de Madagascar.
Allí fue capturado por la policía gala durante un operativo contra una banda dedicada a la falsificación de documentos de identidad.
Una vez establecido su vínculo con la masacre, fue trasladado a París, donde se inició el proceso en su contra el 4 de febrero, bajo el principio de la persecución universal y la no prescripción de los delitos de lesa humanidad.
tgj/ami
No hay comentarios:
Publicar un comentario